viernes, 21 de febrero de 2014

LOS TEMPLARIOS DE BUEIDA



El descubrimiento de  una tumba medieval en el pueblo quirosano de Bueida avivó la hipótesis de la presencia de la orden del Temple en Quirós. Descubrieron un enterramiento del Medioevo. A unos cuarenta centímetros de la superficie apareció una tumba marcada por lajas laterales con un esqueleto en su interior. El estado de conservación no es muy bueno, se aprecia la figura y los huesos principales, los huesos pequeños de las manos y pies ya desaparecieron. No se encontró ningún objeto perteneciente al finado. El cuerpo, siguiendo las costumbres de la época, tiene la cabeza orientada al Oeste y tiene una estatura de 1'70 metros.En la tumba se aprecia otra mandíbula y más huesos pertenecientes a otro individuo, lo que delataría el aprovechamiento de varios enterramientos a lo largo de los siglos. Al lado del hallazgo aparecieron mas restos de otras tumbas.


Este hecho confirma la existencia de una necrópolis medieval en una zona catalogada de riesgo en el último inventario arqueológico del concejo.

La estela de misterio que los templarios llevan a todo lo relacionado con sus construcciones, sus tesoros y hazañas también tiene su lugar en Quirós.

En el pequeño pueblo de Bueida, tenían un convento los monjes guerreros en la baja Edad Media. Quizá fue uno de los primeros lugares habitados del concejo. Allí habría establecido la orden del Temple una encomienda. Tendrían tres casas, una en el mismo pueblo, otra en Fonfría, cerca del Camín Real que conduce al puerto Ventana, y la otra en el paraje llamado Villanueva, entre los pueblos de Ricabo y Ronderos.

Se cuenta que el convento de Bueida era para la época en la cual la nieve cerraba el paso, y el de Fonfría, más alto sobre el mismo camino, para la época de paso.

Cuenta parte de la leyenda que eran hombres muy altos y trabajadores, que extraían azabache en la zona de Los Chabanales, cerca del puerto Ventana, incluso tendrían una cantera para sacar piedras o muelas de molino.

Otra faceta de sus trabajos sería cobijar y atender a los peregrinos que acudían por esta rama secundaria del camino de Santiago, iban a visitar San Salvador de Oviedo, que fue parada obligatoria durante la época.

El otro inmueble atribuido al Temple en Villanueva estaba situado al lado de una cortina de tierras de labor, contaba con un molino también y estaba al lado del Camín Real. Estuvo habitado hasta el siglo XIX.

En Bueida no queda más que la leyenda de su presencia. Aparecieron sepulturas en las cercanías del "Caserón", nombre indicativo de la presencia de un gran edificio que se perdió con el paso de los siglos. Probablemente la sede de la encomienda que fue coto de Bueida.

Debajo de la única panera existen todavía unas lajas hincadas de un antiguo enterramiento. Otras cercanas tienen una gran piedra plana encima. Un carro levantó una vez una piedra y apareció un esqueleto de gran estatura. También en las huertas cercanas se hallaron huesos y calaveras.

Los restos del derruido convento serían usados por los vecinos del lugar para levantar sus casas y cuadras, como demuestran las piedras labradas que se diferencian del resto de materiales empleados en la construcción.

La orden del Temple o los Caballeros de Cristo fue fundada en el siglo XI en tiempos de las Cruzadas. tiene su origen en Jerusalén, en el Monte del Templo de Salomón estaba su Sede, y su principal cometido a lo largo de los tres siglos de existencia ha sido la defensa de los peregrinos. A lo largo de su existencia los Templarios, según dicen fundados por el Priorato de Sión, siempre estuvieron rodeados de misterio, por haber encontrado el Arca de la Alianza, quizás también haber custodiado el misterio del Santo Grial o Sang Royal, según cuenta la Leyenda en unas excavaciones en el Templo.

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