viernes, 28 de febrero de 2014

LA BATALLA DE LA RECONQUISTA EN QUIROS II

En su persecución llegaron hasta el valle de Quirós. Alfonso envió tres mil jinetes al mando de un tal Gadaxara con la delicada misión de detener a los musulmanes. En la confluencia del rio Quirós con el rio Pielgo, más allá de Casares y a pesar de lo angosto del lugar, fueron de nuevo derrotados los cristianos con grandes pérdidas.

Nuestro rey no escurrió el bulto: no huyó hacia Oviedo dejando a Gadaxara abandonado a sus suerte, sino que permaneció al otro lado del río, para intervenir en la batalla si la situación lo aconsejaba. Sin duda el debate fue encarnizado. Las tropas musulmanas eran más numerosas. Pese a que el terreno era poco propicio para grandes cargas de caballería, la fuerza numérica se impuso. La caballería cristiana fue derrotada. Gadaxara cayó preso.

El rey tuvo que volver a huir. El sacrificio heroico de Gadaxara y sus jinetes había permitido a Alfonso ganar una nueva defensa: el castillo construido a orillas del Nalón para prevenir cualquier ataque a Oviedo.

Abd al-Karin llega al castillo, sus tropas vencen toda resistencia y penetran en él. Pero el rey no está, ha salido antes de que los musulmanes forzaran los muros. Alfonso ha dejado atrás la torre y se ha marchado a Oviedo.

Cae la noche y Abd al-Karin ordena detener la persecución. Será solo por un día. A la mañana siguiente, varios miles de jinetes musulmanes cargaban contra Oviedo, penetraron en la ciudad, la saquearon a conciencia. Entraron en palacio, robaron los tesoros. Sin embargo, no hallaron lo que buscaban: el rey había vuelto a darle esquinazo. Alfonso había aprovechado las preciosas horas de la noche para salir de la ciudad. El rey se escapaba otra vez.

Abd al-Karin contrariado renunció a su presa. Quizás recordó lo que le había pasado a su hermano en Lutos. El caso es que el jefe moro decidió volver a Córdoba.

El retorno de Abd al-karin tenía que haber sido triunfal. No lo fue. Primero, porque había fallado en su objetivo fundamental, que era atrapar a Alfonso. Conviene saber que la ofensiva había sido doble: mientras Abd al-Karin marchaba sobre Oviedo, otro cuerpo musulmán se volcaba contra Galicia para dividir a las tropas cristianas. Esta segunda expedición mora fue un desastre. Las tropas del emirato penetraron el Galicia, devastaron los campos, hicieron sin duda gran botín; pero en algún momento de su camino de vuelta, y en algún lugar del que la historia no ha querido acordarse, tropas cristianas destrozaron a los sarracenos. ¿Fueron los gallegos vencidos en el primer embate, que se tomaron la revancha? ¿Fueron quizá los restos deshechos del ejercito de Alfonso, que vengaron así su derrota? No lo sabemos. Lo que sabemos es que el cuerpo expedicionario moro quedó destrozado.

jueves, 27 de febrero de 2014

BATALLA DE LA RECONQUISTA EN QUIROS

Durante el reinado de Alfonso II El Casto (791-842) las victorias y las derrotas en las batallas entre cristianos y árabes se alternaban continuamente. Incluso Oviedo fue saqueada por los musulmanes después de varias batallas, una de ellas junto al río Quirós.

En la primavera del 795 Abd al-Karin dirige una aceifa (expedición militar sarracena que se hace en verano) sobre Asturias al mando de un poderoso ejercito, al parecer más de diez mil jinetes. Alfonso II que había reforzado su ejercito con efectivos vascos, acampó cerca de Astorga en espera del combate. Abd al-Karin llegó a Astorga y envió por delante a la vanguardia formada por cuatro mil jinetes al mando de Farach ibn Qinana, jefe de la división de Sidonia y más tarde juez en Córdoba y gobernador en Zaragoza. El joven rey Alfonso II se atrevió a presentar batalla en las Babias, asegurándose la ruta de escape por el puerto de la Mesa y el de Ventana, que conduce a un paisaje de revueltas y gargantas y anula la velocidad de los caballos. Y los moros fueron, en efecto, a por él.

Fue derrotado por los dos jefes musulmanes el viernes 18 de septiembre. Sin dar cuartel a los vencidos, los cordobeses se adentraron por el puerto Ventana.

No tardaron los moros en pisarle los talones al rey asturiano en su fuga.

El cálculo del rey cristiano era reunir a sus tropas en Quirós, recomponer sus filas y volver a presentar batalla en un terreno más propicio...


viernes, 21 de febrero de 2014

LA LEYENDA DE MENGOYO



En abril del 1.854 el cura de Casares descubre que todos los habitantes de Mengoyo habían muerto: "Las pinas callejas del pueblo estaban pobladas de cadáveres. La puerta de la iglesia permanecía abierta y tres o cuatro vecinos, es estado de putrefacción, yacían dentro, abrazados a los santos. Y los niños de pecho que había en el lugar  estaban también muertos, abrazados a sus madres, que estaban tiradas entre la nieve que aún había en Mengoyo". 

En total fueron veintidós los vecinos muertos, toda la población de Mengoyo, aunque hubo quien dijo que se había salvado un pastor que había pasado el invierno fuera del pueblo. Las autoridades tras la investigación pertinente, culparon de la tragedia al pan de escanda, pues en el examen de los cadáveres había aparecido un trozo de este pan en el estomago de un cerdo que también se encontró muerto, así que hubo de ser un envenenamiento general por algún contaminante en el pan. Según la costumbre, un vecino solía elaborar un bollo de pan dulce en época de Semana Santa (moroñuelu), el cual repartía entre todo el pueblo. Una de las hipótesis que se baraja es que la escanda estuviera mal cribada y una planta venenosa, que suele crecer en las plantaciones de este cereal haya pasado a la masa. Otra de las hipótesis es que el agua usada para amasar el pan de la fiesta fue envenenada por una salamandra (sacavera).


Existe otra variante del envenenamiento, la presencia de arsénico en el agua de amasar el pan, cuya ingesta en líquidos en cantidades superiores a los 100 mg provoca envenenamientos de carácter grave y que además es considerado como cancerígeno. Aunque según se cuenta, el terrateniente Bernardo Terrero llevó allí varios animales después de la tragedia para que bebieran en la zona y no les pasó nada.

Hay otra versión en la cual el fuego causó la extinción de vecinos y viviendas. Está relacionada con la peste que acabó con la vida de todos los vecinos. Las autoridades decidieron quemar el pueblo para evitar que se propagara el mas entre los pueblos vecinos.



Otros ya muy mayores afirman haber oído a sus bisabuelos contar el "Cuentu de Mengoyo":
Sobre el monte de castaños centenarios, en el Colladín de las Piedras Raras, existió un pueblo llamado Mengoyo. Una tarde de mucha lluvia llegó a Mengoyo el demonio, un diablón de lo más feo. La gente, viendo que aquel extraño no era de fiar, le negó cobijo: "Vete, diablón, vete, que aquí nada tienes que hacer, que somos gente de paz y bondad". El diablo tuvo una idea perversa y maligna. Una idea diabólica. Se convirtió en una salamandra de piel venenosa y se metió en la fuente de Mengoyo. Con el agua de la fuente y la harina del molino los de Mengoyo hicieron el Pan de las Animas. En misa repartieron el pan, y cuando lo comieron todos se envenenaron, se pusieron malísimos y murieron. Solo se salvaron los que no habían ido a misa. Esos bajaron al valle y lo contaron.

Además de todas estas versiones y leyendas, la polémica esta servida en lo que se refiere a la pertenencia de Mengoyo al concejo de Quirós. Los de Proaza dicen que perteneció a su municipio ya que en el pueblo de Santa María hay un monte llamado Mengoyo. Esta hipótesis no es muy creíble, puesto el cura era el de Casares, parroquia a la que pertenecia Mengoyo.


LOS TEMPLARIOS DE BUEIDA

domingo, 16 de febrero de 2014

JUANIN EL PINTOR

Juan Falcón nació en Oviedo en 1959, más conocido como Juanín el de Concha, de Bárzana, comienza sus estudios en el Orfanato Minero de Oviedo desde donde encauzó su vocación para luego matricularse en la Escuela de Artes y Oficios de Oviedo. Pudo acceder a una beca en el Centro de Arte de San Jaime de Barcelona.




Ganó el concurso de Artes Plásticas Corberó, obtiene una nueva beca que le ayuda a dar el sato a París donde forja su estilo. Trabaja como asistente en los talleres de Eduardo Arroyo y Valerio Adami "Fueron los tiempos mas felices de mi vida" decía Juan de esa etapa de su vida. Conoce artistas tan influyentes como la familia de Joan Miró, de la que Juan dice "Echo de menos a esa familia que tanto me cuido". También conoce al concertista Alain Planes y el escenógrafo Ilie Valea, con quien diseña el vestuario de la ópera de Monteverdi "Il  mondo de la luna". 









En 1983 Juan regresa de París y se asienta en Barzana una temporada donde desarrolla una etapa de creación escultórica.

Entre los años 1.990 y 1.993 Juan Falcón realizó diversos encargos para el Gobierno del Principado, entre los que destaca la escultura de los osos de Tuñón, punto de arranque de la Senda del Oso. "Me la pagaron de puta madre, cuatro o cinco millones, ya no me acuerdo" decía Juan, "Me gustaría seguir en la escultura, soy escultor antes que pintor".





Parece que esto del arte es cosa de familia. Su sobrina Lucia Falcon, que dedico su tesis a la obra que su tío tiene diseminada por Oviedo, Quirós, París y Almería, es titular de una galería de arte "Falcón espacio creativo", donde su hermano Juan Falcon, que lleva el mismo nombre que su tío, tiene su taller y expone su obra.












En la Galería además de las obras Juan Falcon, también se llevan a cabo proyectos como "Imperfecta" que une los óleos de Juan con esculturas de Kiko Urrusti y textos de escritores como Ernesto Colsa o David Fueyo, este último de raíces quirosanas que escribió un poema para una de las obras de Juan "Tentación", que a continuación transcribo.







TENTACION

Si hemos conseguido imantarnos

en este mundo de amarillos y secretos,

si hemos conseguido enmarañarnos

en el fino trazo de lo eterno,

si hemos conseguido encontrarnos

en esta tentación en la que yacemos;

no existiría más universo para nosotras

que el que dentro de este marco poseemos,

y tentadas  a por siempre encontrarnos

abriendo nuestras mentes a lo etéreo,

a los trazos del poeta del color

que ha querido perpetuar este momento.

Que por siempre mi mirada vuele alto

mientras mis ojos no se crucen con los tuyos, 

tentaciones que penamos condenadas

a por siempre querernos sin mirarnos,

a por siempre querernos en silencio.


David Fueyo




sábado, 15 de febrero de 2014

LA "QUEIMA" DE VILLAR DE CIENFUEGOS


 Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo hubo en Villar de Cienfuegos un convento de monjas que residieron allí muchos años. Los vecinos del pueblo descontentos con ellas las expulsaron del pueblo y estas se fueron maldiciendo a Villar. El pueblo debería de quemar tres veces.



El segundo incendio más perjudicial que el primero se produjo la noche de Santa Polonia, el 9 de febrero de 1899, que redujo a cenizas todo el pueblo. Cuentan que alguien de la zona de Cortes había estado quemando rastrojos a pesar de que había mucho viento, el cual transportó brasas encendidas hasta Villar. Los esfuerzos de los vecinos fueron en vano y el pueblo quedo completamente arrasado por las llamas. Los vecinos huían en dirección a Llanuces, Las llamas amenazaban también con destruir este pueblo y los de Villar se congregaron ante la capilla del Cristo de la Misericordia y lo sacaron en procesión y en aquel mismo momento el viento cesó y una benéfica lluvia apagó el incendio.





Solo se salvó una casa en el paraje conocido como La Andeta, que sus habitantes habían luchado por salvar de las llamas y que más adelante durante la reconstrucción del pueblo serviría de albergue a las familias que se habían quedado sin casa.





Durante varios años después del devastador incendio se celebraría los 9 de febrero la fiesta del "Milagro" en la capilla reconstruida de Santa Teresa para conmemorar esa lluvia tan oportuna que apagó aquel incendio.

sábado, 8 de febrero de 2014

PRESUNTAMENTE V ."La organización era piramidal, se hacía lo que decía el dueño"

Siguen compareciendo como testigo Guardia Civiles que participaron en la investigación. Después de quince años aluden a problemas de memoria, por eso se acogieron a los textos de los informes realizados en su momento. Declararon cinco agentes participantes en la vigilancia y el control de los camiones que transportaban el carbón, además de un agente que estaba en el operativo del registro de la sede de Mina La Camocha
.



En estos días también se tomo declaración a José Luis Alvarez, director facultativo de Mina La Camocha desde finales del año 2000 hasta poco antes del cierre de la explotación. Alvarez señalo que es carbón adquirido "se destinaba al vale del carbón de los trabajadores en activo, al consumo de la propia empresa y a ventas a las comunidades de vecinos", pero tanto el fiscal como el abogado del Estado desestimaron que las 90.000 toneladas pudieran destinarse solo a estos fines. El propio director facultativo de la mina estimó en "unas 3.000 toneladas anuales" las necesidades de carbón para los vales. Y digo yo: ¿Las otras 87.000 toneladas restantes?







Alvarez no era todavía el director de facultativo de la mina cuando se produjeron los hechos juzgados, pera era el segundo de José Manuel Fernández, el titular en aquel momento. Alvarez dijo que la térmica "tenía capacidad para saber la clase de carbón que le enviábamos y hasta para conocer de qué capa lo extraíamos". Sobre el funcionamiento de la mina indicó que la organización "era totalmente piramidal y se hacia lo que decía el dueño" Fernando García Brugos "era muy duro, despidió a cuatro ingenieros y trabajadores con familia tenían miedo de lo que podía pasar si no se le hacía caso". Seguro que estas cosas no pasaban en Quirós...






También prestaron declaración transportistas y representantes de la empresa que contrataba las cargas de carbón: "subíamos carbón desde El Musel o el puerto de Avilés a La Camocha y después bajábamos carbón a la térmica de Aboño". Prácticamente todos los camioneros que declararon coincidieron en esta idea.. El mineral transportado desde los puertos lo descargaban en una parcela anexa a las instalaciones de Mina La Camocha conocida como "La Topera", y la juez Rosario Hevia, centró parte de sus preguntas en intentar conocer por qué las facturas de estos transportes no indicaban que el destino del carbón era La Camocha. Se aludió a la desaparición de los tickets que los camioneros entregaban a la gerente de la empresa de transportes para confeccionar las facturas, pero la juez se extraño de que se hubieran producido 23 desapariciones en un solo mes. 

  

PRESUNTAMENTE IV

Agentes de la Guardia Civil  vigilaron el movimiento de camiones entre El Musel y el Puerto de Avilés, Mina la Camocha y la Térmica de Aboño a finales de 1.999. La vigilancias incluyeron la grabación de la descarga de carbón importado en la mina, su mezcla con mineral allí existente y su carga para enviarlo a la térmica de Aboño.Los seguimientos del carbón importado por la mina, usando supuestamente a Trabex como pantalla, fueron ratificados por el oficial al mando de la investigación y otro miembro de esa unidad.

El documento gráfico hizo incluso que ambos acusados se levantaran de su asiento para no perder detalle. La magistrada mostró también especial interés por esta prueba, pidiéndole algunas declaraciones al agente que la filmo.





La vigilancia del trasiego del carbón de importación se hizo abiertamente al principio, pero luego tuvieron que adoptar precauciones, dado que "tuvimos un problema con los camioneros, que se volvieron contra nosotros" en palabras de uno de los agentes durante su declaración. Los camiones salían con su carga a la vista de los puertos, mientras que cuando eran cargados con la supuesta mezcla de carbones en La Camocha, "salían enlonados" para la térmica.

La Guardia Civil apunta que en La Camocha se produjeron 81.314 toneladas menos de lo que figuraba en su contabilidad oficial, según lo controlado con las partes de producción diaria.La conclusión policial es que Coto Quirós vendía carbón a La Camocha con "facturas camufladas". Se pudieron controlar que  en La Camocha entraron 89.775 toneladas ajenas a la producción de la mina, que esta suministraba carbón que no era suyo y que la propia central se dio cuenta. Además de la documentación oficial de la mina y de las empresas implicadas había una contabilidad paralela para el movimiento del carbón.




"Descargaban los camiones que venían del puerto en una pila, junto a otra que ya había en la mina y, entre las dos, con una pala, hacían una tercera. Luego, cargaban con ella los camiones y se lo llevaban a la térmica". El Guardia Civil que filmo el vídeo que se aportó como prueba aseguró que este procedimiento "era habitual" y, "al menos parte del carbón de importación que llegaba a los puertos de El Musel y Avilés , pasaba por la mina y acababa en la térmica de Aboño".


"Al principio era un servicio un poco 'sui generis', pero luego todo fue tomando forma" reconocía un agente. Con el carbón que llegaba en cada buque investigado se llenaban más de 30 camiones, que luego eran seguidos por los equipos policiales de hasta siete vehículos hasta su llegada a la mina. Todos los camiones investigados "se dirigieron primero a la Camocha" y nunca directamente a la térmica de Aboño.


También se interrogó a los agentes sobre el procedimiento para salvaguardar la documentación intervenida en los registros. "Todo lo intervenido se metió en cajas que fueron precintadas y no se pudo manipular su contenido" "dicha documentación fue sellada y hecha constar en acta por la secretaria judicial". Lo que causó cierto revuelo fue la declaración de otro agente presente en el registro de la mina: "me llamó la atención que había varios sindicalistas presentes. Me dijeron 'Hombre, no nos cerrarás la mina' y les contesté que yo no era nadie para cerrar nada".



sábado, 1 de febrero de 2014

PRESUNTAMENTE III



Las lineas de defensa de los acusados

En un primer momento los abogados solicitaron la prescripción,  que la Fiscalía rechazo de plano, alegando que los hechos no están prescritos y que nunca hubo riesgo de que prescribieran, que además el argumento principal de la prescripción que se alega no existe en ningún caso.

Unos letrados cuestionaron la imparcialidad de los magistrados, otros planteaban como causa de nulidad cuestiones de forma...

En un primer momento las defensas de los acusados habían negado los hechos de los que se acusan a sus defendidos, ahora, con un cúmulo de indicios probatorios recogidos en en cerca de 7.000 folios, la segunda linea de defensa en el caso de que no se anule el juicio es la de considerar que lo que se hizo no es delito, dado que la mezcla de carbón importado con el propio era una forma de ayudar a la reducción progresiva de la producción, que era el objetivo de las subvenciones. Unos de los letrados apuntó que "el administrador de hecho ya esta fallecido, era el señor Brugos", en referencia al propietario de la mina, Fernando Luis García Brugos. También cuestionaron la legalidad de la práctica de alguna prueba, como el volcado de los discos duros de los ordenadores de la empresa.

Aun con todo esto la juez del caso ha decidido desestimar la petición de los imputados, que reclamaban la anulación del juicio al entender que los delitos habían prescrito, y continuar con el proceso.




Las defensas citaran a dos antiguos lideres del SOMA José Antonio Solís García, ex presidente del comité de empresa de Mina la Camocha y Robustiano Iglesias Rodil, que era delegado sindical de seguridad. En el día que esta previsto que estos dos lideres del SOMA acudan a declarar, coincidirán en los juzgados con otros cuatro testigos citados, uno de ellos el ex consejero de economía de la Junta de Castilla y León y ex senador del PP Miguel Pérez Villar, que fue condenado por prevaricación en una sentencia de 1995 del Tribunal Supremo, por haber concedido de forma irregular subvenciones a dos empresas mineras leonesas asesoradas por su esposa, cuando era consejero de economía en Castilla y León. Perez Villar fue asesor de Mina La Camocha durante años, cuando la mayoría accionarial pertenecía a Fernando García Brugos.


Las declaraciones

Una de las declaraciones más esperadas fue la de Víctor Zapico: "No tenía competencia sobre la compra de carbón de importación, pero, en todo caso, he de decir que todo lo que se está contando es una fantasía, como apoderado firmaba pagarés y poco más". La juez le preguntó que cuando la central Térmica de Aboño pidió explicaciones de La Camocha sobre la desigual calidad del carbón que le estaban suministrando, Zapico respondió que no se trataba de mineral de importación, "Podía haber dicho cualquier otra cosa, pero señaló que no era carbón de importación. ¿Por que?" Le preguntó la juez. Zapico respondió que se debió al rebuelo mediático que había en aquel momento sobre el asunto tras lo que Rosario Hevia (la juez) le aclaró que "ningún medio de comunicación se había hecho eco todavía del caso"



En el registro del despacho de Zapico se hallaron notas sobre la mezcla, el transporte y venta de carbones a la térmica. Sostiene que la acusación es mera "fantasía" que no se produjo compra masiva de mineral para la reventa y que además eso no es delictivo.





En el registro del despacho de Manuel Martín Martín se halló un documento en el que se apunta que en un envío a la térmica de Aboño la mitad del carbón era de La Camocha. Sostiene que los hechos de los que se le acusan no son delictivos. Aseguró que siempre había basado su toma de decisiones "en lo mejor para la compañía", rechazando haber causado ningún perjuicio a la hacienda pública. "Si se compró carbón fue porque la ley y los estatutos lo permitían y porque no comprometía el fin de las ayudas que se recibían".  "Ni me he implicado en nada que tenga que ver con lo que se me acusa ni he implicado a nadie" señaló exculpado en ese sentido a Margarita García Fernández.







Margarita García Fernández en su declaración judicial no reconoció su letra y firma en algunos documentos. Sostiene que su trabajo era meramente administrativo y que las facturas ya se las daban conformadas.









Guillermo Alfredo Honrubia Alvarez, era apoderado de Hullas Coto Quirós y de Trabajos y Explotaciones. En su despacho y su ordenador se encontró documentación sobre la compraventa del carbón.






Ángel Manuel García Brugos, hermano del accionista mayoritario de La Camocha, era administrador único de Hullas Coto Quirós. Sostiene que realmente no gestionaba la empresa.



PRESUNTAMENTE II



Donde hay subvención hay corrupción y picaresca, eso es lo que debe explicar que los negocios del carbón sean tan sucios. En torno al carbón se mueve mucho dinero y se producen operaciones difíciles de justificar. Véase Hunosa y Victorino Alonso (Don Vito), que se encuentra inmersos en un contencioso que debe determinar que ha sido del medio millón de toneladas desaparecidas que el empresario debía guardar para la hullera pública.


Las empresas eléctricas en España pagan por ley un precio por la tonelada de carbón español muy superior al del mercado. De manera que si alguien hace pasar por autóctono un mineral comprado fuera gana una gran cantidad de dinero, incluido el porte de traerlo, Ese sobreprecio es lo que se paga con las subvenciones del Estado, que abonan a la empresa la diferencia entre el coste social (el de mantener los mineros en activo) y el de marcado (al que esta el carbón en los mercados internacionales). En Hunosa, esa diferencia es enorme.





La Comocha adelantaba el dinero a Trabajos y Explotaciones para que importara el carbón por los puertos y lo llevara hasta la mina. También suministraba carbón de cielo abierto Hullas Coto Quirós. Ambas empresas falsificaban las facturas, emitiéndolas en conceptos de supuestos servicios prestados para camuflar la operación. Mina La Camocha también revendió a la Térmica carbón que había adquirido directamente como si fuera para los vales del carbón de sus trabajadores y jubilados.



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Las subvenciones a la actividad extractiva de la mina se desviaban así a la compra de carbón foráneo, cuyo precio era una quinta parte de lo que costaba extraerlo del pozo gijonés. El carbón foráneo se mezclaba con el de la propia mina, para venderlo a  la Térmica de Aboño haciéndolo pasar por producción propia.







El supuesto fraude se vio favorecido por el hecho de que la Administración no ejercía ningún control efectivo sobre la producción real de la mina gijonesa, limitándose a cruzar los datos de la producción declarada con la toneladas vendidas a la Térmica de Aboño.



"Antes lo sacábamos del tajo y ahora nos lo traen en camión". Así de contundente es la declaración de un trabajador de La Camocha. El traslado del carbón desde los puertos hasta las instalaciones mineras en camiones, a la vista de sus trabajadores y de los vecinos, dio pie al inicio de aquella investigación de oficio de la Benemérita y la Fiscalía Anticorrupción.


Otro empresario minero que había tenido importantes conflictos con Fernando García Brugos, máximo accionista de Mina La Camocha, también había encargado a una agencia de detectives privados que vigilara los movimientos de su adversario. el resultado de aquella investigación privada fue que solo en 1999 acabaron en el lavadero de Mina La Camocha 90.000 toneladas de hulla importadas por El Musel y Aviles.


La Fiscalía Anticorrupción citó a declarar a un empresario minero asturiano, que no dijo saber nada del asunto. Se da la circunstancia de que el citado empresario también había tenido que responder ante los jueces por fraudes cometidos en sus propias explotaciones.




"Durante muchos, muchos años, cualquiera que pasaba por la antigua carretera de Siero, veía decenas de camiones, a todas horas, que se dirigían a la Mina La Camocha, llevaban la carga tapada con un toldo, lo que no impedía que durante el tiempo que ibas en coche detrás obsevabas que se iba cayendo carbón. Lo curioso era que los camiones iban a la mina cargados y volvían vacíos, cuando la lógica de la producción debía ser al revés. En los últimos tramos ya del camino a la mina en los arcenes se acumulaban cantidades ingentes de carbón. Esto no es ninguna fantasía. Es el reflejo de una época gloriosa de trampas y despilfarro". Estas palabras corresponden a un comentario anónimo en una de las noticias de prensa sobre el caso.