EL CASTILLO DE ALBA

El castillo de Alba esta situado en las proximidades del pueblo de Faedo, en la parte inferior del valle, dominando los pasos de Bermiego y de Aciera. Está construido sobre un peñón calizo que lo hace inexpugnable desde tres de sus lados. Tiene su único acceso por el flanco oeste, donde se encuentra la puerta, con arco de medio punto.

De planta sencilla, forma de rectángulo de unos 19 m. Su construcción es simple, destacando el lienzo occidental, donde se encuentra situada la puerta de acceso al recinto. Es la parte más vulnerable y, por tanto, se refuerza con un muro que tiene mayor grosor que el resto. Se defiende por una torre cuadrada, situada en el ángulo NO, en una clara función de refuerzo de esta zona más desprotegida. En la actualidad solo quedan de esta torre los cimientos.

Su fundación se debió a los primeros reyes asturianos, a fin de defender el valle montañoso de los ataques musulmanes. Cayó posteriormente en manos del conde rebelde Gonzalo Pelaez, en el reinado de Urraca I de León, entre 1132 y 1138. Más tarde, este castillo paso a pertenecer a la iglesia de Oviedo cuando Fernando II lo permuta junto con varias heredades al obispo de Oviedo a cambio del Castillo de Aguilar.

La mitra ovetense lo convertirá en centro y núcleo de su organización militar así como base de su dominio episcopal en el concejo de Quirós.

Su emplazamiento geográfico, a media altura entre el valle y los pastos de montaña, lo hacen altamente estratégico, dominando gran extensión del territorio quirosano. Dispone de una amplia visibilidad que le permite tener vigiladas la vías de comunicación que discurren por la parte baja del valle, y los pastos de Bermiego (por donde cruza el Camino Real en dirección a Oviedo) y el paso de Aciera que comunica el concejo de Quirós con el de Proaza.

A principios del s. xv la familia de Quirós ya activa en el valle desde tiempos atrás, obtiene la encomienda del concejo y con ella la tenencia del Castillo de Alba. Tenencia que disfrutarán muchos años, creándose una conciencia de propiedad que les hace tomar el título de "Castellanos del Alba". 

Como encomenderos de la mitra ovetense tenían una serie de obligaciones militares que variaron poco en el transcurso del tiempo: hacer la guerra y  paz por mandato del señor; acudir a emplazamientos y llamamientos que les hiciese el obispo, guardando su perdón; conservar y reparar las casas-fuertes y el propio castillo, y acudir con dos hombres de a caballo y armados en caso de conflictos.

Los Bernaldo de Quirós harán del castillo su centro de poder y dominación. Protagonista, nuevamente durante el periodo de anarquía y guerras nobiliarias que asolaron Asturias en los siglos posteriores de la Edad Media, ira perdiendo posteriormente su importancia, hasta su abandono definitivo cuando el concejo dejó de pertenecer a la mitra ovetense. Así es que ahora está en ruinas y sólo se conservan varias paredes, un aljibe y la puerta de entrada.