lunes, 12 de mayo de 2014

QUIROSANOS DE ANTAÑO

Muchos han sido los quirosanos que han dejado su huella en el mundo: unos por su sabiduría, otros por las aportaciones hechas a la tecnología, otros por sus batallas ganadas en el frente, y otros como el caso de este personaje, por ser, en el año 1928, el "único asturiano que vestía el traje típico de Asturias", según descripción de Aurelio del Llano en sus Bellezas de Asturias.




Ulpiano García, de Salcedo. Este personaje era dentista o sacamuelas. Todos los viernes se acercaba al mercado de Bárzana. Las extracciones se realizaban colocando la cabeza entre las rodillas de Ulpiano, quien cogía los alicates y extraía la pieza. El desinfectante que utilizaba era una o dos copas de coñac, a perrona por aquel entonces. El precio de la extracción: la voluntad del paciente. En los últimos tiempos conocemos a Ulpiano como el protagonista del cartel que anuncia el Mercau Quirosanu.


A lo largo de muchas generaciones, existieron personajes con tan notables deficiencias como grandeza de corazón, según se recuerda todavía. Objeto de burla y menosprecio, su único sustento dependía de la caridad y de la compasión de sus coterráneos, en ocasiones nulas, pues, abusando de su ingenuidad y bonanza, se les encomendaron tareas realmente arduas y despiadadas.


Muchos son los que aún recuerdan a Telesforo y Prudencio y su particular gotsa fozona. Sirva la presente fotografía de homenaje a todos aquellos que padecieron la crueldad de sus contemporáneos y el poco atinado apelativo de los "tontos". La naturaleza les hizo cargar con esa tara, disminución que, ni antes ni ahora, debiera ser rasero u obstáculo para el respeto y el cariño que, como seres humanos merecieron y, desde la memoria, merecen.




Telesforo (izquierda) y Prudencio eran hijos de Genara "Sidro", de Villagime. Este se dedicaba, entre otras cosas, a transportar arena del Arenal, materia prima necesaria para limpiar las chapas de las cocinas de carbón y los suelos de madera. Aunque era más reconocido por pasar por ser vidente. Todavía hoy sonríen algunos al recordar aquello de: va venir la gocha fozona y de la primera focicá va tirate la casa. Algunos también conocemos la versión que se contaba en Villamarcel que rezaba: decía Prudencio que un día veríamos la gocha fozona fozando por Michaoros. Gocha fozona que no era sino la pala excavadora, que en algún momento llegó a Quirós para abrir una pista hasta el Arenal y derribar a su paso alguna casa. Telesforo, que era mudo, iba de puerta en puerta y partía leña a cambio de comida.


Es necesario mencionar que los textos y las imágenes están extraídos del libro editado por el Museo Etnográfico de Quirós Miradas de la Memoria, en el que Alva Rodríguez se ha encargado del diseño y los textos. Magnifico trabajo Alva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario